Empezando a "flippear"

Escuché por primera vez el término "flipped classroom" hace un año, preparando las oposiciones. Lo primero que pensé fue: así quiero plantear mis clases el curso que viene. Como maestra de colegio bilingüe me pareció una buena forma de plantear las clases de Naturales e Inglés. Asignatruas, que por cursarse en otro idioma, requieren de mucho apoyo visual. Además, me gusta preparar clases dinámicas, donde los alumnos tengan un papel activo.

 Así que empecé el curso introduciendo lo más básico que sabía sobre este modelo: creé un blog y empecé a subir contenido que los alumnos pudieran ver en casa y sobre el que trabajar en clase. Pero como ocurre normalmente, la clase no siempre salía como quería: no todos los alumnos sabían acceder al blog, algunos accedían pero no podían visualizar correctamente el contenido, nunca conseguía que el vídeo lo vieran todos los alumnos, a veces incluso solo unos pocos. No resultaba efectivo. Así que al cabo de un tiempo vi mis planeas frustrados y pensé que era un modelo imposible de aplicar en mi aula "no tengo los recursos suficientes, los alumnos no encajan con este modelo, no encuentro todo el contenido que necesito, etc. Aunque nunca dejé de utilizar el blog como herramienta.

Lo cierto es que a las pocas semanas me enteré de la realización del curso "Flipped classroom: un nuevo modelo pedagógico" y me apunté. En este tiempo, lo que más me ha sorprendido son las distintas alternativas que existen a este modelo además de las soluciones para los problemas que yo había experimentado. He aprendido muchísimo de las ventajas de "flippear" mi clase y ¡estoy deseando empezar!

Si queréis enteraros de mis próximos descubrimientos, aquí iré volcando todos mis aprendizajes y reflexiones.

Bienvenidos al diario de una maestra



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